Dos eventos importantes recientes han cambiado la perspectiva de comercio internacional y a pesar que el pronóstico inicial es de incertitud, hay muchas oportunidades de ser creativo para aprovecharse de la nueva realidad en el mundo y en particular en Latinoamérica.
Nadie podía creer que, en el Reino Unido, la propuesta de salir de la Unión Europea obtuviese el SÍ de la mayoría de británicos en el referéndum celebrado el pasado 26 de junio de 2016, marcando un antes y un después.
Las encuestas daban por hecho que el Reino Unido permanecería en la UE. Pero no acertaron y ahora se habla del “Reino Unido post-Brexit”.
Tampoco fue bien recibida internacionalmente la victoria de Donald Trump en las Elecciones Presidenciales celebradas el pasado 8 de noviembre. Contra todo pronóstico y, nuevamente con encuestas que no acertaron, el magnate se convertirá oficialmente el próximo 20 de enero de 2017 en el 45° Presidente de Estados Unidos.
Los británicos que decidieron alejarse de la Unión Europea, calificaron la victoria de Trump como “El Brexit Estadounidense”.
Ambos hechos tienen mucho en común, principalmente el control de la inmigración y la intención de que los inmigrantes no ocupen los puestos laborales que podrían ocupar sus ciudadanos.
Lo que les diferencia, por el momento, son las políticas económicas. El Reino Unido (o UK) está abierto a nuevos acuerdos comerciales con diversos países mientras que Estados Unidos está dispuesto a cerrar fronteras.
Trump y su deseo ¡Primero América!
El mantra “¡Primero América!”, ha sido el eje de las propuestas electorales del multimillonario, que ha explicado sus pretensiones en cuanto a política económica, social, comercial y política exterior se refiere.
Concretamente, para la economía y las oportunidades de negocio en Latinoamérica (y en todo el mundo), el principal obstáculo será el Proteccionismo, que Trump defendió desde su nombramiento como candidato.
Para Trump, las décadas de Libre Comercio (o Comercio Libre) fueron responsables del colapso de la industria de manufacturación estadounidense. Su afirmación, culpando al Comercio Libre, de los desastres de la industria coincide con sus pretensiones proteccionistas pues el comercio libre se basa en la ausencia de aranceles y barreras comerciales que obstaculizan el intercambio de productos entre países.
El gran enigma es hasta qué punto se extenderá dicho Proteccionismo y si afectará sólo a importaciones y exportaciones o si también se extenderá las oportunidades de negocio en Estados Unidos o con Estados Unidos.
Desde que anunció en su carrera a la Casa Blanca, el magnate afirmó que revisará los acuerdos comerciales de Estados Unidos con otras regiones, empezando por el NAFTA, firmado con México y Canadá, un tratado de libre comercio que el candidato republicano calificó como “El peor negociado.”
El ya presidente electo pretende renegociar el acuerdo, pues éste reduce las barreras comerciales entre Estados Unidos, Canadá y México. Trump está decidido a mejorar las condiciones para su país. ¡Primero América, no lo olviden!
Pero no sólo el NAFTA se ve amenazado. A medida que se acerca el inicio de su mandato Donald Trump, es más duro en lo que a comercio exterior se refiere. Recientemente ha expresado su deseo de retirar a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica con el argumento de que dicho acuerdo, “Es un potencial desastre para su país”.
Por otra parte, el millonario convertido en político desea que los empleos retornen a su patria. Esto quiere decir que todas las empresas que trasladaron puestos de trabajo a otros países no son del agrado de Trump, quien evita que otras empresas hagan lo mismo. Así lo demostró públicamente en Twitter, donde el magnate inmobiliario publicó su deseo de que Carrier no traslade sus fábricas a México: “¡Estoy trabajando duro, incluso en Acción de Gracias, tratando de que Carrier A.C. Company se quede en los Estados Unidos (Indiana)!”
Sus intenciones se pueden resumir de la siguiente manera:
• No quiere que países con economías más desfavorecidas se beneficien de acuerdos comerciales. O, para ser más claros, no desea que dichos países se beneficien a costa de Estados Unidos.
• Desea que las oportunidades de empleo regresen a su país y que sus ciudadanos sean los primeros en ocupar esos puestos de empleo.
• Rechaza las importaciones porque no quiere que compitan en precio y su objetivo es dar prioridad a los productos estadounidenses.
Para las oportunidades de negocio, el rechazo de Trump supone una barrera “selectiva” a las exportaciones a EEUU. Por tanto, las empresas que exporten productos se enfrentarán a dificultades, a menos que dichas exportaciones sean necesarias y aporten un valor. (Por ejemplo, el petróleo, de ahí la calificación de “selectiva”. Trump no quiere importaciones de productos a menor precio que compitan con los productos de su país.
Lo cierto es que es difícil establecer previsiones, porque hablamos de un hombre vehemente, experto en negocios pero sin ninguna experiencia política que le respalde y que le otorgue algo fundamental: Diplomacia.
Las noticias sobre Trump y sus contradicciones no cesan. Por otra parte, hay que tener en cuenta que, más allá de su populismo, Donald Trump es un hombre de negocios.
Reacciones en Latinoamérica ante la victoria de Trump
Brasil
Brasil no ha reaccionado bien ante la elección de Trump y su deseado proteccionismo. Sin embargo, el Ministro de Industria, Comercio Exterior y Servicios de Brasil, Marcos Pereira, es moderadamente optimista y cree que las relaciones con Estados Unidos pueden mejorar.
También recalca que Estados Unidos es el segundo socio comercial de Brasil y que la neutralidad brasileña ante la batalla Trump-Clinton, es un punto a favor “Brasil no hizo campaña por Clinton o Trump. El hecho de que Brasil no estaba en el medio de los enfrentamientos en la campaña es positivo “, afirmó el ministro ante la prensa.
Quizás el optimismo de Pereira sea anticipado. Su rival, Jair Bolsonaro, se regocijó ante la victoria de Trump en las redes sociales y pronosticó una política similar para Brasil en 2018.
Argentina
Aunque Trump está más centrado en el NAFTA, países como Argentina y el mencionado Brasil, creen que sus políticas están alineadas con las políticas del próximo Presidente de los Estados Unidos de América.
Por otra parte, ante el temor de las repercusiones económicas y sociales, otros países que expresaron su desagrado hacia Trump han dado marcha atrás. Algo comprensible, teniendo en cuenta que Estados Unidos es un socio fundamental.
México
México es el país más afectado. Se teme que las leyes de inmigración aumenten la criminalidad en las peligrosas zonas fronterizas como Ciudad Juárez o Tijuana y que todo ello conlleve gastos en logística, además, claro está de las relaciones comerciales, ya que el NAFTA no es del agrado de Trump.
América del Sur
Las oportunidades de negocio en Latinoamérica tras la elección de Donald Trump, penden de un hilo. Y lo más probable es que aquellos países cuyos gobiernos compartan ideologías o políticas económicas similares, sean la excepción al Proteccionismo de Trump… Y a su elitismo.
Pero, centrándonos en el aspecto positivo, pueden surgir innovadoras empresas que cubran las necesidades de los consumidores. Como bien reza un conocido refrán, “A río revuelto, ganancia para pescadores”.
El Brexit y Latinoamérica
Respecto al Brexit, el horizonte no es tan oscuro para Latinoamérica, aunque al igual que en Estados Unidos, se están imponiendo políticas proteccionistas, especialmente en la contratación de trabajadores extranjeros.
La inmigración fue el principal motivo por el que una mayoría de británicos votaron “SÍ” a la salida de la Unión Europea. El proceso llevará algunos años, pero en el Reino Unido no desean esperar para poner en marcha medidas que frenen la inmigración, como la reciente obligación de las empresas a informar sobre el número de trabajadores extranjeros que tienen en plantilla.
Esta y otras medidas, calificadas como “xenófobas” por parte de otros países, probablemente se extiendan a la economía.
Aún es pronto para saberlo, pero lo que sí es cierto es que el Reino Unido ha re-descubierto las oportunidades económicas en Latinoamérica. Y ha tardado nada menos que dos siglos en re-descubrirlas y contemplar la posibilidad de establecer acuerdos comerciales con los países latinoamericanos, para estar a la altura de sus competidores.
El Ministro de Comercio, Lord Price, expresó en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Brasil, que el Reino Unido post-Brexit, “Está abierto a los negocios”. También afirmó que “Las economías en el crecimiento de América Latina ofrecen una gran oportunidad para las empresas británicas.”
Ya en mayo de 2016 y antes de conocerse los resultados del referéndum, Price viajó a Argentina. Un gesto muy significativo, tras 10 años de escasa relación y con un pasado tempestuoso (La Guerra de las Malvinas).
El Reino Unido desea compensar los efectos negativos de su salida de la Unión Europa abriéndose a nuevos mercados. Y desea que su presencia en Latinoamérica se incremente, para competir con países europeos, China y Norteamérica.
Robert Capurro, Presidente Ejecutivo de Canning House, el organismo dedicado a impulsar las relaciones entre el Reino Unido y Latinoamérica, señala que para muchas empresas británicas, Latinoamérica parece un mundo aparte y distante y que dichas empresas “Tienen la percepción de que Latinoamérica está muy alejada geográficamente, culturalmente y lingüísticamente. Una percepción que nada tiene que ver con la realidad.”
Los países más deseados son Brasil y Argentina, tanto por extensión como por número de habitantes.
Pese a que ambos países son, en cierta medida, también proteccionistas, las empresas británicas pueden esquivar medidas proteccionistas trasladando la fabricación a dichos países o adquiriendo empresas, como la compra de las bebidas brasileñas Ebba por parte del gigante Britvic.
Esto no quiere decir que el Reino Unido no contemple inversiones y acuerdos comerciales con otros países. El Ministro de Asuntos Exteriores de Brasil dijo el mes pasado que podría abrir las conversaciones a través de Mercosur, el bloque comercial compuesto por Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
Los países de América Central también tienen posibilidades. A pesar de ser pequeños mercados individuales, el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) que reúne a países como Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Belize y la República Dominicana, supone un mercado común con muchas oportunidades. Además, el Reino Unido forma parte de los Observadores Extra Regionales de este sistema.
Ahora, la pregunta del millón es: ¿Se traducirán estas buenas intenciones en hechos rentables para ambas partes?
El Reino Unido parece pensar únicamente en su economía o, para ser más claros, en oportunidades unidireccionales que sólo benefician a las empresas británicas.
Obviamente, la presencia de dichas empresas en Latinoamérica puede suponer la creación de puestos de trabajo, no sólo en las sedes de empresas, también si se trasladan las fábricas.
Además, pueden surgir otras oportunidades de negocio en torno a dichas empresas. Todo depende de la capacidad de innovación y emprendimiento.
Por ejemplo: La innovación incremental, (añadir valor y mejorar productos y servicios existentes), la innovación radical, generar una categoría que no se conocía antes, provocando cambios revolucionarios en la tecnología.
Pero he aquí la pregunta del millón: ¿Los acuerdos con Latinoamérica incluirán una reciprocidad en materia de exportación e importación y apertura a empresas latinoamericanas que deseen establecerse en el Reino Unido?
Si las medidas xenófobas se aplican también en el terreno económico, es bastante probable que el Reino Unido vaya un paso más allá y se adhiera al Proteccionismo de Trump, con su particular “¡Primero, el Reino Unido!”.
La diferencia la marcará la experiencia de UK en la Unión Europea y la Commonwealth.
En cualquier caso, existan o no limitaciones… es bien sabido que a la hora de hacer negocios, se olvidan los prejuicios y las barreras. En Latinoamérica, todo dependerá de la capacidad de innovación, la audacia de los emprendedores y la adaptación de las empresas para sortear las barreras de entrada que en su día definió Michael Porter.
A fin de cuentas, aquellos que están en el mundo de los negocios y la Economía, saben que los políticos no gobiernan solos. Están a merced de las empresas.
Oportunidades Globales en Latinoamérica
Aunque es posible que el negocio con US y UK tenga más límites (sobre todo US), y aunque ambos países sean dos potencias, existen otras potencias emergentes que, seguramente pueden cambiar las reglas del juego.
Además, a nivel global en toda Latinoamérica, las perspectivas para 2017 son alentadoras. Por ejemplo, existen sectores en crecimiento que atraerán inversiones e igualmente se están forjando o ya se forjaron acuerdos comerciales muy provechosos.
1) Sectores en crecimiento en Latinoamérica:
a) Colombia es el país en el que se espera un mayor crecimiento en los sectores muy variados: Sector automotriz, hortofrutícola, construcción, textil, Tercerización BPO, Fondos de capital privado, software y Servicios de TI, sector hotelero y turístico, entre otros.
b) En Perú, los sectores de telecomunicaciones, minería, hidrocarburos y construcción son los más populares.
c) Si nos centramos en los sectores en crecimiento en toda Latinoamérica, destacan el sector hortofrutícola, la minería, el sector turístico, las exportaciones de hierro, el sector automotriz o el sector inmobiliario.
2) Además, otros países y regiones buscan oportunidades para hacer comercio con Latinoamérica, si EEUU y UK no cumplen las expectativas.
Países como:
A) Canadá:
Canadá y la Unión Europea concluyeron un acuerdo de libre comercio el 30 de octubre 2016 y están negociando uno con Guatemala, Nicaragua y El Salvador y otros dos con países del Caribe. Canadá tiene acuerdos con Chile (1997), Costa Rica (2002) y Colombia (2011) desde hace mucho tiempo y el comercio con estos países crecen cada año. Perú (2009), Panamá (2013) y Honduras (2014) son más recientes acuerdos y hay discusiones preliminares con el MERCOSUR.
B) China:
De acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), China es el primer mercado de destino de las exportaciones de Brasil y Chile, y el segundo de Perú, Cuba y Costa Rica. Además, es el tercer país entre los principales orígenes de las importaciones de la región.
Luego de su visita a Latinoamérica el presidente de China, Xi Jinping ha aterrizado en España y se ha reunido con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Ambos han conversado sobre la posibilidad de abordar proyectos en común en Latinoamérica y estrechar lazos de colaboración en campos donde España tiene una amplia experiencia y, en particular, en proyectos en Latinoamérica.
C) Unión Europea:
La UE es el segundo socio comercial de Latinoamérica y el Caribe. El comercio birregional de bienes aumentó más del doble en la última década – hasta 209 mil millones de euros en 2014, correspondiente al 6.5% de las exportaciones totales de la UE y el 5.9% de las importaciones.
Las inversiones son también un pilar crucial de la relación birregional. La UE sigue siendo el principal inversor en los países CELAC, aportando el 35% de la Inversión Extranjera Directa (IED) total que recibe la región. La inversión europea que recibe Latinoamérica y el Caribe es mayor que la inversión europea en Rusia, China e India juntas.
D) Japón:
Recientemente se celebró el III Foro de Negocios Japón-América Latina y El Caribe, a través del Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (PROESA). Durante este encuentro, se exploraron las oportunidades de intercambio comercial e inversiones en sectores estratégicos para las economías de Japón y Latinoamérica y El Caribe.
Japón es uno de los principales emisores de inversión extranjera directa en América Latina y El Caribe. Desde 2010, Japón invirtió USD 45 mil millones en la región. El comercio total entre el país asiático y la región creció a una tasa promedio del 12 por ciento entre 2003 y 2011. En 2015, el comercio total entre ambos fue de 44 mil millones de dólares.
Además, desde el siglo XIX y principios del XX, Japón ha mantenido buenas relaciones con Brasil y Perú, con masivas inmigraciones de ciudadanos japoneses hacia estos países. Japón y Perú estrecharon lazos aun más, con el “Tratado de Paz, Amistad, Comercio y Navegación” suscrito el 21 de agosto de 1873.
E) España:
España es uno de los principales inversores en América Latina, con una presencia destacada en sectores clave del proceso de desarrollo y modernización social como la banca, la energía, las comunicaciones, la construcción y gestión de infraestructuras, el turismo o la provisión de servicios públicos.
Las exportaciones a Latinoamérica fueron de 13.818 millones de euros en 2012, representando el 6,2% del total, mientras que las importaciones españolas procedentes de Latinoamérica representan un porcentaje mayor (7,7%% del total con 19.762 millones de euros).
F) Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG):
La Cámara de Comercio de Dubai organizó una reunión en noviembre para buscar maneras de impulsar el comercio entra Latinoamérica y la región del Golfo. Los principales líderes empresariales, políticos e inversionistas del CCEAG y de América Latina exploraron recientemente cómo las naciones de las dos regiones pueden crecer el comercio entre sí.
“Las importaciones y exportaciones entre las dos regiones se han más que duplicado desde 2006. En 2015, el CCEAG compuesto por Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar y Arabia Saudita, importó bienes de Latinoamérica por un valor 11.000 millones de dólares. Por otra parte, las exportaciones del CCEAG a Latinoamérica fueron de 5.600 millones de dólares” según confirmó un comunicado de los organizadores.
3) Internet: Este es un entorno globalizado y muy dinámico en el que buscar y encontrar oportunidades de negocio. Numerosas empresas que ofrecen servicios (marketing, herramientas de gestión empresarial, viajes) ya operan exclusivamente a través de Internet.
Conclusión:
Aunque la presidencia de Trump puede limitar las oportunidades de negocio y aunque las buenas intenciones del Reino Unido y las decisiones tras el Brexit son aún inciertas, Latinoamérica es una región deseada por las principales potencias y organizaciones.
Por tanto, a pesar de que el Banco Mundial prevé ciertas desaceleraciones en términos macroeconómicos, en general las oportunidades de negocio se incrementarán en 2017.
Fuentes: Business Insider, The Telegraph, The Guardian, The Rio Times, Forbes, BBC, Wikipedia, El País.
Imágenes: Flickr, 123RF.
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